sábado, dezembro 23, 2006

MACHU PICCHU

El túnel de Aguas Calientes es tan largo
que el tren te puede matar sin arreglo.
Cuando cruzas la oscuridad y alcanzas el otro lado,
todavía falta mucho,
mucho para que el tren no te atrape de asalto
y fracases para siempre en el intento
de alcanzar la montaña sagradas de las vírgenes incas.

Ahora, que tus pies ya han salido del negro
y la luz de la mañana, afectada por la bruma diáfana,
da a tu cuerpo la dimensión de una purificación segura,
solo te falta ganar paso a paso la ruta hacia la cumbre del mundo.

Y una vez que las piedras te enseñen la magia de los dioses,
encajadas una a una en la acción sacrificada del hombre
basta solo a ti oír el ultimo canto de las diosas
sacrificadas en el altar del laboratorio astronómico.

Pues entonces, hermano,
has podido entrar en contacto con Dios.
Machu Picchu no sera más una ilusión
ni tan poco seras mas un simples mortal.

El encuentro sera eterno,
y los cánticos dormirán siempre en tus oídos.